Publicado el 27 de Junio del 2018
Estudios recientes han documentado que al menos desde la década de los 50’s, se han producido más de 9,1 billones de toneladas de plástico, lo cual está generando un problema creciente que amenaza no sólo la tierra, sino también el agua y el aire; pues de estas, al menos 7 billones ya no son utilizadas, es decir, se han convertido en basura.
Quizás la forma de contaminación más común que podemos percibir es la contaminación terrestre, y aunque creamos que es algo mínimo que tarde o temprano se degradará en el ambiente, lo cierto es que el plástico puede tardar hasta 1000 años en degradarse, tiempo en el cual puede provocar múltiples daños en los ecosistemas.
La contaminación marina también es una de las más graves, actualmente se tienen detectadas al menos 5 grandes islas de basura en los océanos alrededor del mundo; mismas que se encuentran en movimiento y contaminando enormes extensiones de costas y mares.
Aunque ya tienen bastante tiempo de que empezaron a ser promovidos, los principios básicos de campañas como las 3R (Reducir, Reutilizar, Reciclar) o el sistema Basura Cero, siguen siendo la esencia de muchas acciones de responsabilidad social que se están llevando a cabo en todo el mundo.
Desde luego que la reducción viene siendo la primera acción que debemos promover, pues en este caso también aplica la frase de “más vale prevenir que lamentar”. En este sentido, llevar bolsas reutilizables para evitar las desechables en las compras, o evitar el consumo de agua embotellada, son algunas de las acciones nosotros mismos podemos hacer.
Aunque pueda sonar trillado, el reciclaje también ayuda, considerando que sólo el 9% del plástico producido en el último medio siglo ha logrado ser reciclado, lo cual es menos que la cantidad que ha terminado siendo incinerada, por lo que aún falta mucho camino por recorrer para poder reaprovechar estos materiales, sin que esto pueda tampoco llegar a ser una solución definitiva.
La reutilización también puede contribuir a reducir el impacto ambiental producto de los desechos plásticos en el medio ambiente, ya que la basura es sólo un concepto mental que nosotros le otorgamos a algo cuando no le encontramos mayor utilidad; no obstante, debemos ser creativos, y buscar formas de contribuir a cumplir con el objetivo de que nada en realidad debería ser basura; pues si lográramos aprovechar los materiales y cosas existentes actualmente, podríamos comenzar a generar un cambio drástico en el planeta.
Fuente: travesiapirenaica.com
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